miércoles, 11 de julio de 2007

La llegada

La bala atravesó la columna vertebral y reventó los ventrículos. La transmisión al córtex fue instantánea. Se cancelaron las funciones superfluas -la lengua se desplazó hasta el paladar, borrando las palabras apenas pronunciadas- en un intento vano de preservar lo primordial. La estrategia no pudo aliviar el desgarro del corazón. Caí sobre una taquilla de acero. El golpe causó más dolor que el disparo. Además abandonó un moratón sobre la ceja derecha que rompió el equilibrio de mi rostro. No atravesé ningún túnel blanco, ni contemplé mi vida en fotogramas vertiginosos. Lentamente se desplegaron los párpados y me deslicé en la oscuridad.
Desperté ajena al dolor. Desde el corredor de las taquillas se contempla el esplendor del jardín. El césped se dobla en el horizonte. Su dominio sólo se altera por la amplia sombra de los robles y los cedros. Vi a Michael, Bobby y la pequeña Alison. Pisaban la hierba juntos y serenos. Sobre sus cabellos lacios se derramaba un largo trazo de sangre. Les rodeaban ancianos encogidos, vestidos con batas blancas, que recibían su paso con carcajadas sucias. Creí que había enloquecido.

8 comentarios:

Lentitud dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Shangri-la dijo...

Es un privilegio dirigirse a un narrador muerto.

mariano1935 dijo...

Estimada Jane, me parece usted un auténtico prodigio de la naturaleza: no solamente es capaz de escribir estando muerta, sino que además cuenta con ventrículos superiores. ¿Habrá algo extraño en el agua de Gary que obra semejantes curiosidades anatómicas? Llegados a este punto, varias dudas me atenazan: ¿tiene usted aurículas o ventrículos inferiores? ¿Se compone su corazón únicamente de ventrículos? ¿O es quizá un único gran ventrículo compartimentado? ¿Tiene esta particularidad anatómica de su corazón algo que ver con su capacidad de comunicarse después de muerta?

Jane Wilkins dijo...

Fui una chica normal, que ha errado al describir la morfología de su corazón. Estar atenazado debe resultar muy incómodo. Soluciónelo pronto. Gracias por su ayuda.

mariano1935 dijo...

¿Entonces su única peculiaridad es la de escribir después de muerta? Vaya, no sé si me decepciona o me alivia... Me desatenazo pues.

Jane Wilkins dijo...

Todos los seres humanos, vivos o muertos, somos peculiares. La habilidad de un narrador, de cualquier narrador, sólo consiste en extraer esa distinción. El resto es pirotecnia. Cuídese, por su ansiedad y la fecha que aparece junto a su nombre me temo que pronto se unirá a nosotros.

Reb dijo...

¡Oh, Jane!, ¡todo lo que te queda por luchar! te esperan muchos ataques, no sé si tu cuerpecito espectral sabrá soportarlo

Jane Wilkins dijo...

Gracias, amiga, por tus amables consejos. Disfruta del paso del tiempo, de las alegrías y las desgracias.